Se abre el telón

En este blog vamos a tratar de dar sugerencias y consejos sobre las distintas actividades lúdicas y festivas de la vida cotidiana, que a todos nos viene bien, pues de las otras ya vienen solas, espero que os sirva de orientación y que todos aporteis el granito de arena.
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lunes, 25 de marzo de 2013

TRASTORNOS AFECTIVOS

Foto: Trastornos Afectivos

Los trastornos afectivos, son un grupo de padecimientos que se caracterizan por anormalidades en la regulación del afecto o ánimo. Estos trastornos generalmente se acompañan con alteraciones del funcionamiento cognitivo, del sueño, del apetito, y del equilibrio interno (homeostasis).

 Aunque la etiología u origen de estos padecimientos se desconoce en la mayoría de los casos, recientes investigaciones sostienen la idea de que existe una base neurobiológica en los trastornos afectivos independientemente de su etiología. Sin embargo, en lugar de definir una sola causa de anormalidad biológica, los modelos actuales proponen una serie de causas distintas pero interconectadas con una base en los sistemas neuronales subyaciendo a los rasgos fenomenológicos de estos trastornos. Cada uno de los diferentes sistemas involucrados en los trastornos afectivos puede estar más o menos alterado, lo que resulta en una amplia variabilidad de presentación sintomática y de respuesta a tratamiento.

 Actualmente se reconocen diferentes tipos de Trastornos Afectivos como:

 Trastorno depresivo mayor

 Trastorno bipolar

 Trastorno distímico

 Trastorno ciclotímico

 Trastornos del ánimo inducido por sustancias

 Trastornos del ánimo secundario a enfermedades médica no psiquiátricas

 

 Alteraciones del Interés y Motivación en los Trastornos Afectivos

 Los episodios depresivos generalmente se asocian con alteraciones del interés y la motivación, por lo que se afecta la capacidad de experimentar -placer-. Incluso, se puede diagnósticar la presencia de depresión en ausencia de ánimo deprimido o tristeza solo por la existencia de una significativa incapacidad para experimentar placer (anhedonia). La intensidad de esta incapacidad para experimentar placer depende del subtipo depresivo, llegando en ocasiones a niveles dramáticamente profundos, como en el caso de las depresiones melancólicas, en donde la anhedonia llega a ser tan intensa, que las personas son incapaces de responder a los estímulos más agradables y positivos.

 Contrariamente, los pacientes con estados de exaltación del estado de ánimo como en el caso de la manía e hipomanía, las personas presentan un exagerado nivel de interés con una respuesta incrementada ante los estímulos positivos, lo que se acompaña generalmente de un aumento en la realización de actividades encaminadas a un fin y de la búsqueda de actividades placenteras sin considerar el riesgo que representen.

 Las alteraciones del interés y motivación se pueden presentar incluso en ausencia de alteraciones del estado de ánimo, lo que correspondería a la presencia de –apatía- frecuentemente presente en la Enfermedad de Parkinson, la demencia de Alzheimer y en algunos casos de lesiones cerebrales postraumáticas. En otros casos de pacientes con alteraciones neurológicas, se puede encontrar un incremento en las conductas de búsqueda de estímulos placenteros con desinhibición sin presentar un estado de manía o hipomanía.

 Es importante destacar la diferencia entre anhedonia y apatía. Anhedonia, se define como una disminución en la capacidad de experimentar placer, y apatía se define como la disminución en la realización de actividades autodirigidas como una expresión de un desorden del interés y motivación.

 

Alteración del Sueño en los Trastornos Afectivos

 El sueño es generalmente anormal en las personas que sufren un trastorno afectivo. En el caso de los pacientes deprimidos se demuestran alteraciones electroencefalográficas durante el sueño (polisomnograma) en el 40-60 % de las personas no hospitalizadas y hasta en el 90 % de las personas hospitalizados con un episodio depresivo mayor. Los hallazgos polisomnográficos más frecuentes incluyen: 1) alteraciones de la continuidad del sueño, como una latencia de sueño prolongada (insomnio inicial), mayor frecuencia de despertares intermitentes (insomnio intermedio) y despertar precoz (insomnio Terminal);  2) reducción de los movimientos oculares lentos (No-REM) en los estadios 3 y 4 del sueño (sueño de ondas lentas), con un cambio de la actividad de ondas lentas más allá del primer período No-REM; 3) disminución de la latencia de los movimientos oculares rápidos (REM) (fase de ensoñación); 4) aumento de la actividad de la fase REM y 5) aumento de la duración del sueño REM al principio de la noche. Muchs de estas anormalidades a veces persisten tras la remisión clínica o pueden preceder al inicio de un episodio depresivo mayor. En el caso de la depresión con síntomas atípicos, las personas pueden experimentar un exceso de somnolencia durante el día (hipersomnia diurna).

 En los casos episodios de manía o hipomanía, las personas presentan una disminución de la necesidad de dormir sin experimentar una disminución en su bienestar o funcionalidad, lo cual lleva a una disminución significativa del total de las horas de sueño.

 Los problemas relaciones a las alteraciones del sueño se pueden encontrar frecuentemente en otras enfermedades neuropsiquiátricas sin que cursen con alteraciones del estado de ánimo, como es el caso de la Enfermedad de Parkinson, la Enfermedad de Huntington y en las demencias.

 

Alteraciones del Apetito en los Trastornos Afectivos

 En la depresión, la pérdida del apetito en su síntoma común que se acompaña generalmente de pérdida de peso, sin embargo, muchos pacientes experimentan un incremento en el apetito de forma independientemente a la presencia de síntomas de ansiedad y otros no experimentan cambios significativos en el apetito.

 En el caso de la manía e hipomanía, se encuentran cambios inespecíficos en relación al apetito, siendo la disminución de éste, la alteración más común, , sin embargo en el caso de las personas que sufren de trastornos neuropsiquiátricos, las alteraciones del apetito son más frecuentemente reportadas.

 

Alteraciones de la Actividad Psicomotora en los Trastornos Afectivos

 La actividad psicomotriz involucra una serie de conductas que afectan la motricidad, la actividad mental y el lenguaje. En las personas deprimidas, es frecuente la queja subjetiva de -fatiga- con una disminución percibida por el paciente y observada por los demás de la velocidad del pensamiento y de la actividad física. El extremo grave de esta alteración, se presenta en algunos tipos de depresión severa y se denomina –catatonia-.

 Contrario a la depresión, en los episodios de manía e hipomanía, casi siempre se encuentra un incremento dramático de la actividad psicomotora, que se experimenta con un aumento en la velocidad del flujo de ideas, que se observa como una presión y agitación al hablar.

 Las alteraciones de la actividad psicomotora también se pueden encontrar fuera de un contexto de alteraciones del ánimo, como en los casos de delirium y otras alteraciones neuropsiquiátricas.

 

Alteraciones de las Funciones Mentales (Cognición) en los Trastornos Afectivos

 Los problemas cognitivos en la depresión son frecuentes, y se caracterizan por la presencia de enlentecimiento de los procesos del pensamiento (bradipsiquia), con disminución en la capacidad de atención hacia los estímulos externos (pero incrementada para los estímulos internos –hiperprosexia interna-) y concentración. Así mismo se ecuentran afectada la capacidad de planeación, organización y memoria a corto plazo (funciones ejecutivas).

 En la manía, las funciones ejecutivas afectadas incluyen desinhibición e impulsividad así como disminución en la atención (pero incrementada hacia los estímulos externos –hiperprosexia externa) y concentración.

 Las alteraciones cognitivas en los trastornos afectivos generalmente son de severidad leve a moderada, sin embargo en pacientes vulnerables, como los adultos mayores, la severidad de estas alteraciones se pueden incluso confundir con la presencia de una demencia (pseudodemencia).Los trastornos afectivos, son un grupo de padecimientos que se caracterizan por anormalidades en la regulación del afecto o ánimo. Estos trastornos generalmente se acompañan con alteraciones del funcionamiento cognitivo, del sueño, del apetito, y del equilibrio interno (homeostasis).

Aunque la etiología u origen de estos padecimientos se desconoce en la mayoría de los casos, recientes investigaciones sostienen la idea de que existe una base neurobiológica en los trastornos afectivos independientemente de su etiología. Sin embargo, en lugar de definir una sola causa de anormalidad biológica, los modelos actuales proponen una serie de causas distintas pero interconectadas con una base en los sistemas neuronales subyaciendo a los rasgos fenomenológicos de estos trastornos. Cada uno de los diferentes sistemas involucrados en los trastornos afectivos puede estar más o menos alterado, lo que resulta en una amplia variabilidad de presentación sintomática y de respuesta a tratamiento.

Actualmente se reconocen diferentes tipos de Trastornos Afectivos como:

Trastorno depresivo mayor

Trastorno bipolar

Trastorno distímico

Trastorno ciclotímico

Trastornos del ánimo inducido por sustancias

Trastornos del ánimo secundario a enfermedades médica no psiquiátricas



Alteraciones del Interés y Motivación en los Trastornos Afectivos

Los episodios depresivos generalmente se asocian con alteraciones del interés y la motivación, por lo que se afecta la capacidad de experimentar -placer-. Incluso, se puede diagnósticar la presencia de depresión en ausencia de ánimo deprimido o tristeza solo por la existencia de una significativa incapacidad para experimentar placer (anhedonia). La intensidad de esta incapacidad para experimentar placer depende del subtipo depresivo, llegando en ocasiones a niveles dramáticamente profundos, como en el caso de las depresiones melancólicas, en donde la anhedonia llega a ser tan intensa, que las personas son incapaces de responder a los estímulos más agradables y positivos.

Contrariamente, los pacientes con estados de exaltación del estado de ánimo como en el caso de la manía e hipomanía, las personas presentan un exagerado nivel de interés con una respuesta incrementada ante los estímulos positivos, lo que se acompaña generalmente de un aumento en la realización de actividades encaminadas a un fin y de la búsqueda de actividades placenteras sin considerar el riesgo que representen.

Las alteraciones del interés y motivación se pueden presentar incluso en ausencia de alteraciones del estado de ánimo, lo que correspondería a la presencia de –apatía- frecuentemente presente en la Enfermedad de Parkinson, la demencia de Alzheimer y en algunos casos de lesiones cerebrales postraumáticas. En otros casos de pacientes con alteraciones neurológicas, se puede encontrar un incremento en las conductas de búsqueda de estímulos placenteros con desinhibición sin presentar un estado de manía o hipomanía.

Es importante destacar la diferencia entre anhedonia y apatía. Anhedonia, se define como una disminución en la capacidad de experimentar placer, y apatía se define como la disminución en la realización de actividades autodirigidas como una expresión de un desorden del interés y motivación.



Alteración del Sueño en los Trastornos Afectivos

El sueño es generalmente anormal en las personas que sufren un trastorno afectivo. En el caso de los pacientes deprimidos se demuestran alteraciones electroencefalográficas durante el sueño (polisomnograma) en el 40-60 % de las personas no hospitalizadas y hasta en el 90 % de las personas hospitalizados con un episodio depresivo mayor. Los hallazgos polisomnográficos más frecuentes incluyen: 1) alteraciones de la continuidad del sueño, como una latencia de sueño prolongada (insomnio inicial), mayor frecuencia de despertares intermitentes (insomnio intermedio) y despertar precoz (insomnio Terminal); 2) reducción de los movimientos oculares lentos (No-REM) en los estadios 3 y 4 del sueño (sueño de ondas lentas), con un cambio de la actividad de ondas lentas más allá del primer período No-REM; 3) disminución de la latencia de los movimientos oculares rápidos (REM) (fase de ensoñación); 4) aumento de la actividad de la fase REM y 5) aumento de la duración del sueño REM al principio de la noche. Muchs de estas anormalidades a veces persisten tras la remisión clínica o pueden preceder al inicio de un episodio depresivo mayor. En el caso de la depresión con síntomas atípicos, las personas pueden experimentar un exceso de somnolencia durante el día (hipersomnia diurna).

En los casos episodios de manía o hipomanía, las personas presentan una disminución de la necesidad de dormir sin experimentar una disminución en su bienestar o funcionalidad, lo cual lleva a una disminución significativa del total de las horas de sueño.

Los problemas relaciones a las alteraciones del sueño se pueden encontrar frecuentemente en otras enfermedades neuropsiquiátricas sin que cursen con alteraciones del estado de ánimo, como es el caso de la Enfermedad de Parkinson, la Enfermedad de Huntington y en las demencias.



Alteraciones del Apetito en los Trastornos Afectivos

En la depresión, la pérdida del apetito en su síntoma común que se acompaña generalmente de pérdida de peso, sin embargo, muchos pacientes experimentan un incremento en el apetito de forma independientemente a la presencia de síntomas de ansiedad y otros no experimentan cambios significativos en el apetito.

En el caso de la manía e hipomanía, se encuentran cambios inespecíficos en relación al apetito, siendo la disminución de éste, la alteración más común, , sin embargo en el caso de las personas que sufren de trastornos neuropsiquiátricos, las alteraciones del apetito son más frecuentemente reportadas.



Alteraciones de la Actividad Psicomotora en los Trastornos Afectivos

La actividad psicomotriz involucra una serie de conductas que afectan la motricidad, la actividad mental y el lenguaje. En las personas deprimidas, es frecuente la queja subjetiva de -fatiga- con una disminución percibida por el paciente y observada por los demás de la velocidad del pensamiento y de la actividad física. El extremo grave de esta alteración, se presenta en algunos tipos de depresión severa y se denomina –catatonia-.

Contrario a la depresión, en los episodios de manía e hipomanía, casi siempre se encuentra un incremento dramático de la actividad psicomotora, que se experimenta con un aumento en la velocidad del flujo de ideas, que se observa como una presión y agitación al hablar.

Las alteraciones de la actividad psicomotora también se pueden encontrar fuera de un contexto de alteraciones del ánimo, como en los casos de delirium y otras alteraciones neuropsiquiátricas.



Alteraciones de las Funciones Mentales (Cognición) en los Trastornos Afectivos

Los problemas cognitivos en la depresión son frecuentes, y se caracterizan por la presencia de enlentecimiento de los procesos del pensamiento (bradipsiquia), con disminución en la capacidad de atención hacia los estímulos externos (pero incrementada para los estímulos internos –hiperprosexia interna-) y concentración. Así mismo se ecuentran afectada la capacidad de planeación, organización y memoria a corto plazo (funciones ejecutivas).

En la manía, las funciones ejecutivas afectadas incluyen desinhibición e impulsividad así como disminución en la atención (pero incrementada hacia los estímulos externos –hiperprosexia externa) y concentración.

Las alteraciones cognitivas en los trastornos afectivos generalmente son de severidad leve a moderada, sin embargo en pacientes vulnerables, como los adultos mayores, la severidad de estas alteraciones se pueden incluso confundir con la presencia de una demencia (pseudodemencia).

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