Este sábado 16 tras una jornada medieval gratificante, decimos tomar unas copas en la terraza del R. Molino de S. Lázaro, decepción total y falta de profesionalidad, nos sentamos a las 24 horas y a las 24,20 minutos decimos marcharnos sin que nadie se dignara atendernos, 5 personas dando vueltas por la terraza para las que debíamos de ser invisibles, si así piensan fidelizar a los clientes lo tienen chungo, luego te vas enterando que hay sitios que cierran, que hacen suspensión de pagos y colocan cartelitos de "se necesitan clientes ..."en fin la profesionalidad brilla por su ausencia nose si problema de los camareros o de quien les debe de formar adecuadamente, hoy día este punto es fundamental, si se quiere mantener un negocio, señores pónganse las pilas, otros están esperando...
Es una pena, pero es lo que suelen hacer algunos Bares y Restaurantes de la ciudad, que prefieren no tener clientes o echarlos eso sí de manera disimulada, que fidelizarlos y eso está pasando, en fin y ya no digamos del intrusismo en este sector que lo hay y mucho.
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